Sunday, July 8, 2012

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El árbitro está tranquilo, su mujer no

Dicen que el fútbol es un deporte de hombres, un dicho que más allá de ser una frase machista quiere indicar que el balompié es un deporte de contacto. Y a pecho que se lo tomaron los camiseta leo messi, holandeses que se pasaron 120 minutos demostrando ser expertos en el juego subterraneo.

Si la FIFA inventase un trofeo al jugador más sucio, al igual que otorgan el Balón de Oro al mejor jugador del Mundial, este sería sin duda para Mark Van leo messi sin camiseta Bommel. El jugador del Bayern dio todo un recital en el otro fútbol. Patadas, algunas casi violentas y algunas acciones marrulleras le hicieron camiseta messi 10 acreedor de tan 'distinguido' galardón.

Y camiseta leo messi, a todas estas el colegiado del encuentro, el inglés Howard Webb le dejó acabar el partido sin problema alguno, pese a cometer más de 15 faltas camiseta barça messi y lo que camisetas de futbol personalizadas es más increíble, aguantar 100 minutos con una amarilla en su casillero tras una falta camiseta leo messi, a traición del ex azulgrana. Incluso se vio envuelto en una acción sucia al propinar un pisotón a Iniesta que sacó al manchego, un hombre tranquilo, de sus mismas casillas.

Marrulería holandesa

Los tulipanes dejaron en evidencia a aquellos que se jactaban de que esta Holanda era la reencarnación de aquella Naranja Mecánica que maravilló en los 70' y a la que el fútbol le debe una Copa. Nada más lejos de la realidad, el equipo de Van Marwijk dio un recital en el 'otro fútbol' donde la máxima es sacar camiseta leo messi, ventaja de cualquier situación cueste lo que cueste.

Ya en la primera parte tiendas de camisetas de futbol Heitinga, aquel chaval messi camiseta despistado que llegó al Calderón como estrella y se marchó al poco tiempo con el apodo de 'provocapenaltis', devolvió un balón a Espa?a en el gesto típico de fair-play, pero que lejos de merecer dicho calificativo, estuvo a punto de batir a Casillas.

En la segunda mitad, otra acción marrullera. Holanda de nuevo debía devolver a La Roja el balón cuando estos la habían echado fuera. Fue entonces cuando Van der Wiel pateó el balón y se lo devolvió 40 metros más atrás y junto al banderín del córner. Otro nuevo ejemplo de falta de deportividad de un combinado Orange que mostró todas sus vergüenzas.

Eurosport

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